La impresión 3D, conocida también como fabricación aditiva, es utilizada hoy en día por las empresas de automoción o empresas proveedoras de componentes unitarios o preensamblados.
La principal razón de uso de esta tecnología es el ahorro de costes que conlleva la incorporación a la cadena productiva. Esto es posible gracias a, entre otros, los siguientes aspectos:
- Reducción de tiempos de espera: repuestos o componentes de utillaje.
- Reducción de espacios de almacenamiento de componentes.
- Coste de los materiales o consumibles relativamente económico, según requerimiento técnico.
La impresión 3D es una tecnología con utilidades muy versátiles pues nos permite fabricar piezas para cada uno de los eslabones de la cadena productiva. La tecnología puede integrarse en el proceso productivo de distintas formas. A continuación, nombramos algunas de ellas:
- Fabricación de piezas prototipo para verificación dimensional.
- Fabricación de piezas para pruebas y verificación de métodos de ensamblaje.
- Fabricación de piezas de utillaje personalizadas.
- Fabricación de piezas finales complejas que no es posible fabricarlas mediante otras tecnologías.
- Piezas finales que quedan ensambladas e integradas en el vehículo.
Ya sea para obtener piezas de utillaje (herramientas) o piezas finales, apostar por la impresión 3D es un aspecto clave para seguir mejorando y seguir creciendo.
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