¿Comprar o externalizar? Esta es una pregunta que seguramente se plantean muchas empresas que quieren apostar por incorporar la tecnología de impresión 3D, conocida también como fabricación aditiva, en sus procesos.
Para poder explicar cada una de las opciones, debemos tener en cuenta lo siguiente:
Si nos referimos a los conceptos de facilidad de uso, resultados esperados y resultados obtenidos, un factor muy importante es que en general tendemos a relacionar el término «impresión 3D» al término «impresión» (impresión de gráficos), creyendo así que con ambas tecnologías se consiguen los resultados esperados con la misma facilidad. Lamentamos comunicar que esto, todavía, no es así.
La realidad es que el control de la tecnología (impresión 3D) requiere un conocimiento y experiencia en manejo de una serie de parámetros o factores que la hacen funcionar correctamente. Algunos de estos aspectos pueden ser, entre otros:
- Tipo de material a utilizar.
- Temperatura de procesado de los plásticos.
- Tipo de tecnología a utilizar.
- Diseño de las piezas (adaptado a la fabricación aditiva).
- Calibración de mesa de trabajo.
- Calibración del cabezal extrusor.
- Manejo del software de procesado de archivos.
Volvamos al tema… ¿Comprar o subcontratar? Ambas opciones son completamente válidas, pero el principal factor que nos debe hacer decidirnos por una u otra es, los recursos que estamos dispuestos a destinar. Y aquí no hablamos solamente de recursos económicos, hay algunos recursos más que debemos tener en cuenta:
- Recursos económicos. Debemos destinar una partida para la adquisición del equipamiento necesario.
- Recursos de logística o físicos. Debemos habilitar un espacio para alojar todo el equipamiento requerido.
- Recursos humanos. Debemos destinar a una persona con conocimientos y experiencia para las tareas, por lo que dependiendo de la carga de trabajo se dedicará exclusiva u ocasionalmente al manejo del equipamiento.
Así pues, si tenemos la capacidad de destinar los diferentes recursos mencionados y estamos dispuestos a hacerlo, la implantación de la tecnología de fabricación aditiva en la propia empresa nos aportará un valor añadido que repercutirá directamente en la mejora de la producción, ahorro en tiempos y ahorro en costes. Si por lo contrario no tenemos la capacidad de incorporar la tecnología en la empresa, la mejor solución es contactar con una empresa especializada que pueda ofrecernos los servicios de forma personalizada.
¿Estás planteándote alguna de las dos situaciones?…
En cualquiera de los dos casos pueden contactar con nosotros y te asesoraremos para tomar una decisión.